Tuesday, June 27, 2006

Los últimos coletazos de chernobil



Recuerdo cuando pequeña estar girando sola en el patio de mi colegio, en esos juegos que dan vuelta, como una gran rueda de madera con asientos. Corría el año 86, yo tenia unos 8 años y la nube radioactiva ya se había detenido sobre Roma, venía pasando o algo así, eso era lo que se decía por lo menos....pero el tema es que se vivía un tensión masificada, nos pasábamos por los supermercado buscando comida en conserva leche que estuviera fabricada antes del 26 de Abril o definitivamente algo vencida, cualquier otra cosa podía estar contaminada, tengo la impresión de ver los estantes vacíos y muchas pero muchas latas de arvejas, las cuales odio profundamente. Pero la máxima entre todas las máximas era " no vayan a tocar el suelo....y si lo hacen corran a lavarse las manos antes de llevarse cualquier micro radiación a vuestras pequeñas bocas" así militaban madres, tíos profesores, y quien tuviera algo mas de edad que uno, anidando el pánico en nuestras pequeñas mentes. En eso me encontraba yo, girando sola en el patio de mi colegio, pensando en quien sabe que cosa, cuando mi cuerpo se desequilibró y callo al piso, para sujetarme y no pegarme un tortazo en la cara obviamente apoye mis manos sobre el suelo, sobre ESE suelo recientemente radioactivizado...Me levante asustada, pensé debo ir corriendo al baño a lavarme las manos, determinada a hacerlo, me levanté, y caminé hacia adentro en eso se asoma mi profesora y me dice: "ya es hora de entrar a clases Antonia, te esperamos para cerrar la puerta". Fui directo a la sala de clases, olvidando de un solo y rápido pestañeo todo el suceso. Solo al llegar a mi casa por la tarde, y ver arvejas en mi plato de comida recordé...mis manos sucias, el suelo, la nube radioactiva. Corrí a lavarme las manos, pero ya sabia en mis adentros que era demasiado tarde, seguro que ya no lo recordaba y mis manos habían ido a parar directamente a mi boca y mi boca había tragado las miles de micro cápsulas radioactivas. Volví a la cocina y le pregunte a mi madre: Cuanto tiempo se tarda en manifestar la radiación en nuestro cuerpo? Puede tardarse hasta diez años, me dijo ella ligeramente sin pensar que en mi cabeza se anidaba la terrorífica idea de despertar un día y verme en el espejo deformada por las radiaciones. Tendría, más encima, que esperar hasta diez años para saberlo.
Años después le conté a un amigo esta misma historia y me dijo...pues entonces eres la chica ATOMICA, eres ANTÓNICA.

1 Comments:

Blogger joAco said...

(empecé a leer el texto, pero el sueño me venció, así que digo lo que vengo a decir, y me voy)

Que bueno que recuerdes el libro, espero que aunque sea lo hayas hojeado. Casualmente, la nostalgia es uno de sus temas bases.

La nostalgia interior e intransitiva.

Saludos cordiales

9:54 PM  

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